El comercio y las ventas un legado de familia

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El encanto por la boutique y el buen gusto por la ropa, cualidades innatas de María Sahagun Aldama

Por Horacio Rentería

CHULA VISTA, CA.-El comercio y las ventas es para María Sahagun Aldama algo comparable a la savia de una planta  que, quizás sin saberlo, corre por sus venas, un legado que le ha sido heredado desde su familia.

Nativa de Ciudad Obregón, Sonora, México, en realidad esa ciudad apenas la recuerda, pues salió muy pequeña a los Estados Unidos.

“Sí tengo una idea muy vaga de cómo era (refiriéndose a su ciudad natal). Mi abuelito José María Meza, trabajó en el Molino de Harina, entonces ibamos y le llevabamos lonche y todo eso, cuando estabamos chiquitos”, relató.

“¿De obregón? pues no mucho”, respondió a pregunta específica María, “mis abuelos paternos vivían ahí. Ellos tenían empresas; tenían una tienda de calzado llamado “El Caballero Elegante” y por parte  de una tía  tenía también una tienda que era más bien de ropa de mujer, de niños y calzado femenino y también otra tía que tenía un abarrotes.

¿Estamos hablando de una familia de comerciantes, de alguna manera?, se le preguntó. “Sí exactamente”, respondió.

El comercio, lo trae de raíz

¿Cómo es que nace el gusto, el amor y el interés hacia las boutique?

“A mi me encanta, o sea yo creo que es algo que viene de atrás. Mi hermana (Alma Esther, quien radica en Playas de Tijuana) tuvo también una boutique hace mucho tiempo. Entonces todos traemos eso del comercio, ya de raiz”, afirmó  la Emprendedora.

¿Qué es lo que le agrada y cómo definiría usted la boutique y su gusto por ella?, le insistimos.

“Yo, en 2016”, dijo la entrevistada,”ya traía eso, me encanta lo de fashion (la moda), la ropa. Pienso que tengo buen gusto en la ropa; entonces me encanta ayudar a que alguien se vista”.

“Decidí irme a Tijuana”

“Entonces decidí  irme a Tijuana”, continuó, y” lo que hice fue  abrir una boutique, en realidad por eso me fui a vivir para allá. Hice todos mis trámites (y) fui a Los Angeles por ropa, no ropa de los callejones, como dicen luego, sino buena, de calidad, de buen gusto, que fuera de oficina y fuera algo más que pura ropa casual y así empecé la boutique y gracias a Dios me fue muy bien”.

“Desde ahí empecé a crecer porque en realidad en ese tiempo empecé con poquito cuando me vi más envuelta o de repente me di cuenta que tenía un gran surtido de ropa en mi boutique y sí tenía gente que venía y me pedía y de ahí empecé a traer lo que viene siendo accesorios, joyería, bolsas. Ya lo último que me faltó fue calzado pero ya no me quise meter ahí”, señaló Sahagún Aldama.

“Mi pasión, la ropa”

“Pero sí en realidad quise traer todo lo que me pedían y de ahí pues fue creciendo. Siempre ha sido mi pasión la ropa y las ventas me encantan”, dijo esta mujer que es admirada y goza del afecto de los miembros de la comunidad que saben de esa cualidad.

Pero cuando nace el gusto por el concepto de boutique?, le insistimos.

“Yo creo que a mi me empezó, desde que estaba en High School”, contestó, “porque incluso mi primer trabajito que tuve fue en Kamart y me tocó precisamente en el área de ropa y de ahí me fui al departamento de Joyería, desde entonces empecé ese gusto y me dije esto está super, me encanta y algún día yo lo voy a hacer por mi, por mi propia cuenta”.

Un proyecto innovador

¿Se imaginó alguna vez que iba a participar en un Colectivo de este tipo

“No, nunca, realmente”, aceptó María, quien se muestra orgullosa de su espacio de venta Misha’s Boutique dentro del Colectivo Celebrando Latinas Boutique. 

En su respuesta la entrevistada  de entrever con una leve sonrisa el grado de  sorpresa y novedad que para ella significó esta innovadora propuesta, pese a haber participado directamente en el planteamiento de este proyecto al lado de su fundadora, Fanny Miller.

Porque una cosa es ser empresaria en lo individual y otra participar en un colectivo, acotamos en un comentario que pasó a ser otra pregunta.

“Fue algo nuevo”

“Exacto”, expresó la entrevistada,  “para nosotras todas pues fue algo nuevo; y algunas de ellas ya tienen experiencia pero para nosotras fue algo nuevo el participar en Colectivo”.  Tuvimos que aprender cómo funcionaba, pero en realidad ha sido un éxito y gradezco a Fanny (Miller) de que se haya empezado este Colectivo y este sueño que no nomás es mio sino que muchas han tenido y pues queremos que esto siga creciendo y siga beneficiando no sólo a mi, sino a todas las compañeras empresarias”.

“Mis producto es ropa, tanto un poquito casual como vestido largo para algo especial o formal para bodas o quinceañera, un saco o vestido para oficina, una blusa, falda, etcétera  pero también tengo ropa (informal), o sea, variedad, un poquito de todo,  como jeans o un palazzo para al Valle de Guadalupe; ropa de buena calidad y al mismo tiempo, a precios muy accesibles”, describió María Sahagun lo que ofrece en su espacio de Misha’s Boutique.

Lo planearon aún antes del COVID

Dice usted que hace mucho tiempo lo habían estado planeando; es decir, ¿antes de que llegara el COVID, incluso, ya lo tenían como una idea, no fue por el COVID, específicamente?

No, ahí se llegó a realizar, pero en realidad  nosotras ya lo teníamos visto desde meses si no es que una año antes, respondió con firmeza.

¿Pero el COVID lo empujó, no es una cosa que haya perjudicado al proyecto?, le cuestionamos.

“No, al contrario, empujó a que lo empezaramos. Entonces fue algo que dijimos ahorita es el tiempo; hay que lanzarnos y empezar; este es el momento. Entonces empezamos a platicar con personas que estaban en la misma situación y vimos que había mucha necesidad y es cuando dijimos: Aquí es el momento, hay que empezarlo”, manifesto con la misma convicción en su respuesta.

“Ayudarle a las demás”

¿María le gustaría agregar algo más de lo que usted espera de este proyecto?

“Yo estoy aquí no nomás para vender mi producto sino también para ayudarle a las demás.  A mi me da mucho gusto y me enorgullece de que ellas sigan creciendo. Yo ayudo a vender su producto, aunque tengo el mio aquí también, pero ayudo 100 por ciento a que ellas también lo vendan. 

Y concluyó: “Me siento superbien de ayudarles a que vendan su producto, que (los clientes) vengan, los aprecien  y lo compren es para mi una satisfacción  A veces yo no vendo, pero ayudo a vender a las demás y me siento bien, me siento agusto de poder ayudar a mis  compañeras también a hacerlo”.

Para mayor información sobre el negocio de María, comunicarse al (619) 426-1491 o acudir en persona a Celebrando Latinas Boutique en el 1105 de Broadway St., #206, Chula Vista, CA 91911.